Para demostrar el contenido de tu vivienda tras un siniestro, debes de aportar pruebas fidedignas a través de, por ejemplo, fotografías y marcas de polvo o humedad que dejen los aparatos en los muros (incluyendo restos). Además, también puedes presentar facturas o controles de tus aparatos como prueba.
No obstante, el mejor consejo que te podemos dar es que contrates un buen seguro de hogar, ya que esa es la mejor manera de afrontar tranquilo y con garantías un siniestro en la vivienda.