En un contexto de inmensa disrupción tecnológica, donde el riesgo de sufrir ciberataques ha aumentado un 24% en el último año, la necesidad de proteger las empresas es más acuciante que nunca.
El vertiginoso aumento de ataques ha hecho que empresas e instituciones, no solo estén ya diseñando políticas y medidas anti-hacking, sino que además, cada vez más organizaciones comienzan a sentir la necesidad de asegurar sus sistemas y operaciones frente ataques con pólizas de ciberseguridad.
Pese a que se ha extendido la falsa idea de que las acciones de los piratas informáticos se dirigen mayoritariamente a grandes compañías e instituciones públicas. La realidad es que el índice de particulares, autónomos y PYMES que son víctimas de ataques ha aumentado drásticamente en el pasado año. Estas amenazas, que afectan primero a las personas, se trasladan fácilmente al mundo empresarial, debido a que cada vez es más difícil separar la vida personal de la profesional.
El efecto de la pandemia, el boom del teletrabajo y el vertiginoso incremento del uso de las nuevas tecnologías han hecho del año 2020 un periodo récord en ciberataques. El Instituto Nacional de Ciberseguridad registró el año pasado 130.000 incidentes graves,con un incremento del 24% respecto al curso anterior.
Los ciberataques a empresas crecen un 24% a causa de la pandemia
Un ciberataque puede afectar gravemente a la continuidad de cualquier empresa. En función del tamaño de la compañía, se estima que la factura de la ciberamenaza puede oscilar entre los 35.000 y 75.000 euros. Pero además, los perjuicios pueden ir desde el daño reputacional a los eventuales rescates a pagar, pasando por el coste de volver a arrancar el negocio y recuperar los datos.
El trabajo en remoto ha abierto una falla de seguridad. Muchas empresas no tenían actualizada su red cuando se implementó de forma masiva el teletrabajo en 2020. Además se usa más internet y en su casa el empleado está más desprotegido y no tiene expertos a mano para consultar. Ante el creciente acoso cibernético, inmunizarse es casi imposible y el principal riesgo es el factor humano.
El 90% de los ataques llegan por correo electrónico
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