El cambio de compañía proveedora de seguros es algo habitual en numerosos sectores, como el de la energía, las telecomunicaciones o el bancario.
Sin embargo, existe una creencia infundada sobre la dificultad para cambiar de compañía de seguros. Nada más lejos de la realidad, a continuación te vamos a contar los pasos a seguir:
La ley establece que, para cambiarse de compañía de seguros, es necesario notificar a tu compañía actual con un mínimo de dos meses de antelación. La notificación debe hacerla el tomador del seguro por vía escrita.
Muchas compañías, aunque no todas, se encargan de notificar a los usuarios el próximo vencimiento y renovación de la póliza con la antelación necesaria para que el usuario pueda estar informado y tener en cuenta los plazos.
En el caso de que la notificación se realice con menos de dos meses de antelación, el resultado puede variar:
-Reclamación judicial: la compañía de la que sales puede intentar revertir el cambio reclamándolo judicialmente por no haber cumplido el plazo de dos meses. El resultado de este proceso son muchos trámites posteriores, como devolución de recibos, papeleos…
El cliente puede llegar incluso a tener pólizas duplicadas para un mismo producto.
-La notificación por carta: la compañía podría notificar al cliente el cambio fuera de plazo a través de una carta como forma de ejercer cierta presión para evitar la marcha a otra compañía.
-Cambio sencillo: dependiendo del tipo de cliente o del importe de las pólizas contratadas el seguro puede dotar de menor o mayor valor a los clientes. En muchos casos, las compañías permiten y facilitan el cambio de los clientes con ‘menor importancia’.
En todo caso, lo más recomendable para evitar complicaciones adicionales es notificar a la compañía de origen con los dos meses de antelación contemplados por la ley.