El seguro de responsabilidad civil, mínimo obligatorio para circular con una moto, sólo alcanza los daños que tú ocasiones con tu vehículo, no los que sufras. Si causas un accidente o tu moto se va al suelo y se rompe un retrovisor, tendrás que pagarlo de tu bolsillo. La póliza a terceros está exclusivamente destinada a indemnizar a las terceras personas.
De hecho, ni siquiera estarás cubierto tú como piloto y la seguridad social no cubre los accidentes de tráfico. Si te caes solo o en un accidente en el que eres culpable, todos los gastos de tu recuperación correrán a tu cargo.
¿Y si no soy yo el culpable? Si no eres tú quien ha ocasionado el siniestro estarás cubierto, pero no por tu seguro a terceros, sino por el seguro a terceros del otro piloto.
Por fortuna hoy en día la mayoría de las pólizas van más allá del seguro obligatorio e incluyen garantías adicionales.